Julio maldito

El mes de julio trae malos recuerdos a los españoles. Fue en julio de 1921 cuando se produjo el desastre de Annual, derrota de las tropas españolas frente a las rifeñas dirigidas por un exfuncionario colonial llamado Abd-el-Krim. Allí murieron unos diez mil soldados españoles. La terquedad y la torpeza del general Fernández Silvestre y algunos de sus secundarios produjeron la tragedia. Silvestre, empecinado en avanzar hacia el Este y desobedeciendo las órdenes de su jefe, el general Berenguer, acumuló en un valle tal cantidad de tropa que cuando los rebeldes rifeños atacaron desde las colinas fue imposible retirarse ordenadamente y se produjo una desbandada en la que los pobres soldados fueron cazados como conejos. Silvestre murió en la batalla y su cuerpo nunca apareció.

Se dijo que el rey Alfonso XIII apoyaba a Silvestre en su aventura marroquí e incluso se cuenta que le envió, mucho antes de julio, un telegrama con un texto muy castizo que decía: “Olé tus cojones”. A la matanza de Annual siguieron otras no menos terribles y parecía que los rifeños podían tomar Melilla, cosa que no ocurrió. Al final, la guerra fue ganada por el ejército español tras el desembarco de Alhucemas. Eso sí, con la ayuda de los franceses.

Una comisión para “evaluar responsabilidades” que presidió el general Picasso redactó un expediente de 2.433 folios que nunca se debatió porque el general Primo de Rivera, con el aplauso encendido de la burguesía catalana y el apoyo del Rey dio en 1923 un golpe de Estado. Suprimió partidos y otras instituciones y proclamó una Dictadura que duraría siete años y cuyos efectos fueron la liquidación de la Monarquía restaurada por Alfonso XII y la proclamación de la II República.

Cualquier historiador profesional sabe que la República produjo una permanente inestabilidad política y frecuentes y violentos enfrentamientos, entre los cuales destacan, en 1934, la llamada revolución de Asturias, en la cual el PSOE se involucró de forma incomprensible, y el golpe independentista en Cataluña dirigido por Esquerra Republicana con su líder Lluís Companys a la cabeza.

Con muchos líderes de izquierda en prisión se celebraron las elecciones de febrero de 1936, que ganó la coalición denominada Frente Popular (algunos historiadores niegan ese triunfo). Sea como sea, el Gobierno de centro izquierda (el PSOE no entró en ese Gobierno a causa del radicalismo izquierdista de Largo Caballero) fue incapaz de liderar una convivencia democrática y el orden público se vio atacado por un lado y por otro hasta que los militares derechistas liderados por el general Mola decidieron dar un golpe de Estado que resultó un fracaso y se convirtió en la mayor tragedia vivida por España en su larga Historia. Aquel desastre convirtió al país en un matadero. En las dos retaguardias murieron muchos más españoles que en los frentes de batalla. Unos, asesinados; otros masacrados por la aviación fascista (alemana e italiana); otros simplemente de hambre. Luego, quienes ganaron convirtieron al país en una cárcel inhabitable.

Y uno se pregunta: ¿cómo es posible que haya gente hoy día que quiera comenzar otra aventura republicana echando abajo la reconciliación alcanzada en 1978 y el régimen de libertades constitucionales igual al de cualquier república de la UE?

 

Publicado en https://www.eleconomista.es/opinion-blogs/noticias/10651248/07/20/Julio-maldito.html

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