Ante correas que ahorcan y matas que nada ocultan, el PP repite un ritual que de tan conocido es de fácil descripción: cuando alguno de sus miembros es cogido con las manos en la masa, primero niegan la mayor, luego reclaman la presunción de inocencia para, más tarde, desprenderse del lastre apartándolos de sus filas “para que intenten demostrar su inocencia… si pueden”. Y si, al fin, los aprovechados dan con sus huesos en la cárcel, se mira para otro lado y en paz. ¿Qué podrían hacer los partidos para acabar con la tríada infernal que forman el amiguismo (nepotismo), el mangoneo (mangonear: entremeterse uno en cosas ajenas, pretendiendo mandar y disponer) y la corrupción? En primer lugar, aprobar normas para incentivar el auto-control. ¿Cómo? Penalizando económicamente a los partidos cuyos miembros […]
Archivos diarios: 9 abril, 2010
1 entrada