MIRANDO PARA OTRO LADO

Hay asuntos de los cuales los candidatos no quieren oír hablar. Por ejemplo, a M. Rajoy no le gusta que le recuerden la malhadada invasión de Irak. Por su lado, ZP huye, como de la quema, del asunto territorial sobre el cual giró buena parte de su política en la legislatura. Ambos saben muy bien por qué no quieren saber nada de estas cosas. A causa de ello los analistas han dicho que Rajoy se equivocó al enredarse con Irak en lugar de haber dicho: “Del jamón de Irak ya ha sacado usted todas las lonchas, así que hablemos de otra cosa”… pero no lo hizo, sino que sacó de la manga un dudoso apoyo que la ONU había dado a posteriori con el voto favorable de España. “¿Y qué?” podría haber contestado ZP, pero no, le sacó más leche a la vaca y lo hizo con habilidad: “Que yo apoyé la guerra de Irak es una exclusiva mundial”, eso dijo.
 Por su parte, ZP se sacudió las pulgas del dislate catalán con no poca habilidad: “ustedes han aprobado otros estatutos tan catalanistas como el catalán”, adujo. Mas, para decirlo todo, debemos recordar –sí- que salimos de Irak con rapidez y limpieza, pero ¿quién nos sacará del embrollo nacionalista o del referéndum con el que amenaza Ibarreche? ¿Cómo construir un proyecto de Estado de la mano de los nacionalismos cuyo modelo deseable es Yugoslavia? Esa sí que va a ser la cuestión y quien gane no podrá mirar para otro lado.