El viernes 22 de marzo se anunció la solución para los suscriptores de “preferentes”. En primer lugar, se les hará una quita. En el caso de Bankia, que tiene cerca de 7.000 millones en esos productos, su valor bajará hasta menos de 5.000 millones. Tras esta rebaja, los poseedores de preferentes recibirán el equivalente en acciones de Bankia.
¿Y cuánto vale Bankia después de esos tejemanejes? Pues tras esa suscripción obligatoria por parte de los preferentistas, Bankia valdría 285.000 millones de euros, más que Apple o Google, cosa evidentemente falsa, por eso las acciones de Bankia están condenadas a caer aún más, hasta llegar a valer cero.
El día anterior al del anuncio de la “solución” descrita, el jueves 21 de marzo, se hizo público lo que habían cobrado en 2012 los quince ejecutivos mejor pagados del IBEX, algunos de ellos banqueros: en total 127,2 millones de euros. 8,5 millones por cabeza. Teniendo en cuenta que ningún humano puede producir 1.200 veces más que otro y un receptor del salario mínimo tendría que trabajar, precisamente, 1.200 años para cobrar la cifra que se embolsan en uno estos señores se llega a una conclusión que nos llega directamente del Olimpo y es la siguiente: Dado que estos superdotados son los mismos que predican que el salario ha de ir acorde con la productividad, se deduce que ellos tienen, al menos, la productividad de Hércules (el de los “trabajos”) o de Zeus (el más dios de todos los dioses)… y en algunos casos, esa productividad alcanza la del Dios judeo-cristiano, que creó ex novo el universo en tan solo seis días… y el séptimo descansó (los del IBEX también).
Pero eso no es nada si se compara con los bonus de un norteamericano de origen italiano que responde al redundante nombre de Rich Ricci, del banco Barclays, quien, vestido como un capo de los años veinte, se deja caer por Cheltenham para ver correr a sus caballos. El año pasado se embolsó 20,6 millones de euros, mucho menos de lo que ingresó en 2010, que fueron 51 millones.