Se anuncia el invento de un fármaco, una pastilla, que no sólo detendría la caída del cabello, también produciría la resurrección del ya perdido. Mañana veremos a los calvos de hoy lucir azabaches y rubias cabelleras. Se espera, por lo tanto, la ruina de los fabricantes de peluquines y de las clínicas de implantes. Los científicos advierten, sin embargo, que el tratamiento tiene un grave efecto secundario: puede provocar, primero, desgana sexual y, a largo plazo, hasta impotencia. Hay que elegir: si el cabello crece, el sexo se arruga. Un dilema terrible. Empero, hay ejemplos en los cuales ambos efectos -recuperación del pelo y caída fálica-, pueden resultar positivos. Tal pudiera ser el caso del director de un periódico, protagonista de un vídeo que se hizo famoso como versión porno de «Cantando bajo […]
Archivos diarios: 4 mayo, 2007
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