“Si desapareciera ETA, quince días después Euskadi sería tan española como lo es Burgos”. Esta aseveración –de un batasuno ante un periodista- expresa también la preocupación de todo el nacionalismo ante “el día después”. Convencidos de haber estado destinados a recoger las nueces mientras los etarras meneaban las ramas, los políticos nacionalistas se debaten en torno a lo que les espera tras la desaparición de ETA, cuando tengan que ser ellos los vareadores del nogal. Por eso Ibarreche y su cuadrilla plantean el referéndum sobre un supuesto derecho a decidir. Convencidos, además, de que haga lo que haga, el PNV seguirá en el machito del Gobierno Vasco solo o en compañía de otros, ya sean tirios –como ese indescriptible Madrazo- ya sean troyanos como Pachi López. Para el nacionalismo tener en sus […]
Archivos diarios: 4 junio, 2008
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