KOSOVO COMO PARADIGMA PARA LOS CATALANES

 Un día (o un mes o un año) de estos, el Tribunal Constitucional (TC) tendrá que emitir sentencia acerca de los recursos presentados por el Defensor del Pueblo, por el PP y por otros contra un puñado de artículos del Estatuto de Cataluña. Por lo que se dice en los mentideros político-judiciales, será una de esas sentencias llamadas “interpretativas” o, dicho en roman paladino, una chapuza que permitirá a los “beneficiarios” hacer lo que les plazca. Un enjuague que será fuente de futuros conflictos, pero los avatares sufridos por el TC y los curricula de algunos de sus miembros no dan para más.
 Al TC se le viene bombardeando desde Cataluña con las más variadas amenazas. “Si se toca una coma del Estatuto se van a enterar ustedes de lo que vale un peine” repiten los políticos catalanes de toda laya, incluso aquellos que pidieron el No en el referéndum del 18 de junio de 2006, en el cual –por cierto- la participación electoral fue ridícula.
 Leo hoy mismo en un periódico de ámbito nacional y a este propósito otro ataque catalanista: “Lecciones de Kosovo y Osetia del Sur” se titula el artículo y su autor es un señor que dice ser profesor en Barcelona de Traducción e Interpretación.
Ignoro qué lecciones pueden sacar los españoles de la descomposición de Yugoslavia o de los tristes avatares de la antigua URSS, a no ser la de expresar su firme voluntad de no recorrer aquellos miserables y sangrientos caminos. Mas, sea como sea, el autor asegura (otra amenaza) que al TC se le plantea un reto: “el de la Constitucionalidad del Estatuto y, al mismo tiempo, respetar el deseo manifiesto de los catalanes”.
Pues no. El TC no está ante ningún dilema, sólo tiene que decir dónde sí y dónde no se adecua el Estatuto a la Constitución… Lo demás sería caer en una abyecta politiquería.