Si conociéramos la cantidad de personas, intelectualmente solventes, que acuden a las echadoras de cartas antes de tomar una decisión laboral o amorosa, que cree en los horóscopos y en los ovnis o que recurre con fe ciega a la mal llamada medicina “alternativa”, nos quedaríamos de piedra. Somos, en verdad, una especie contradictoria. Crédula y, a la vez, desconfiada. ¿Alguien puede tomarse en serio que las enfermedades se pueden curar bebiéndose la propia orina? Pues muchísimas personas practican esa repugnante terapia. Se cuentan por millones quienes creen en los efectos benéficos de la “reflexología”, ese arte que pretende aliviar toda clase de enfermedades, simplemente “tocando” ciertos “puntos reflejos” de los pies. Se sabe que Hillary Clinton asistió a la “consulta” de la maga Jean Houston para mantener allí conversaciones con Eleanor Roosevelt […]
Archivos diarios: 13 noviembre, 2015
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