En Mesopotamia (tierra entre ríos), actual Irak, nació nuestra civilización. Sumerios, babilonios y asirios estuvieron asentados allí. En el año 669 antes de Cristo, Asurbanipal, un asirio, rey de Babilonia, inició una guerra contra el rey Teumman al que derrotó. Los arqueólogos han descubierto una “tablilla” que glosa estos luctuosos sucesos. En ella se lee lo siguiente:
“En mi novena campaña reuní mis ejércitos y tomé el camino recto. Como el ataque de un terrible huracán aplasté a Teumman, rey jactancioso que había concebido el mal. Maté a sus guerreros en número incontable. Sitié la ciudad, destruí, devasté y la quemé con fuego”.
Esto lo mandó escribir Asurbanipal, pero bien podía haberlo ordenado George W. Bush, aunque hay una diferencia sustancial entre uno y otro mandamás: según los historiadores, Asurbanipal era un príncipe refinado y culto.