Buenos y malos principios

Louise Bagshawe nació dentro de una familia católica y londinense. Su padre era un prestigioso bróker y su madre una conocida liberal-demócrata. Louise fue enviada a un colegio de monjas católicas de estricta disciplina donde destacó como alumna ejemplar. Al salir de aquellas aulas y antes de acabar sus estudios superiores, Louise se casó con un magnate inmobiliario, Anthony LoCicero, con quien, antes del divorcio, tuvo tres hijos. “Yo entonces escribía por las noches, dando rienda suelta a mi imaginación”, ha confesado ella.
 Se dice que los gitanos no quieren “buenos principios” para sus hijos, pero esa idea no suele ser compartida por los británicos, lo cual no ha impedido que de allí hayan salido grandes perdularios. Quizá presa del deseo gitano de los “malos principios”, tras el divorcio, Louise se lanzó a la vida rockera y noctámbula (“la droga forma parte de mi aprendizaje”).  En ese ambiente conoció a muchos músicos… y a Peter Mensch, el mánager de Metallica y Red Chili Peppers, con quien acabó casándose (“cuando él entra en la habitación, comienzan a sudarme las manos y siento en mi cuerpo un cosquilleo irreprimible”). A sus veinticuatro años publicó su primera novela, de un género llamado chick lit (novelas eróticas para jovencitas)… y ha seguido escribiendo a un ritmo de una cada año, con un éxito envidiable.
 Formando parte de “las guapas de Cameron” (Cameron’s cuties), ahora es diputada y en ese papel la hemos visto en los Comunes, cantándole las cuarenta al Sr. Murdoch cuando éste acudió allí para dar cuenta de sus trapacerías.
 En aquellos días (¡qué casualidad!) Louse recibió la llamada de un periodista que dijo tener una foto de ella en un bar junto al violinista Nigel Kennedy, poniéndose los dos hasta las cejas de coca. En lugar de negarlo, ella contestó: “¿Sólo una foto? Podrías tener cientos”.
 Rockera y madre amantísima, escritora de éxito y diputada… nadie podrá dudar de que esta joven (40 años) no ha perdido el tiempo

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