Con ocasión de unas ya lejanas elecciones, tuve un debate televisivo con un adversario que se llamaba –y se llama- Alberto Ruiz-Gallardón… y, dado que era un hueso duro de roer, el partido tuvo a bien enviarme a dos “sparrings” que, desde luego, conocían su oficio. Lo malo es que se trata de un “oficio de tinieblas”. Así se deduce del decálogo que se empeñaron en que yo aprendiera: I La gente ve debates políticos porque le gusta la televisión, no porque le interese la política. Por tanto, tenga usted muy presente: a) Que nadie sigue un argumento de más de dos pasos… en el momento de abordar el tercer paso, los espectadores se han ido al baño. b) El mensaje mejor es el tautológico: 2 es igual a 2. No se complique […]
Archivos diarios: 30 junio, 2009
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