Crisis y jubilaciones

¿Cómo ha influido la crisis -y las consiguientes reformas- en el sistema de jubilaciones?

Las profesoras Catalina Amuedo-Dorantes y Cristina Borrás, en un artículo de la Revista “Economistas”, dan respuesta a esta cuestión utilizando como fuente la EPA entre los años 2000 y 2013.

Durante esos catorce años, la tasa de ocupación (ocupados sobre la población total) de 50 a 69 años se ha mantenido estable en los varones y ha crecido sensiblemente en las mujeres (del 20% a más del 40%). El porcentaje de población jubilada sobre el total–siempre en esas edades 50-69 años- ha caído levemente en los varones y ha ganado 3 puntos en las mujeres, del 11% al 14%.

En el años 2013 y a esas edades (50-69), la proporción de jubilados entre quienes tienen estudios primarios alcanza el 40% (varones) y es mucho menor en los varones con nivel universitario (23%). En las mujeres se da el mismo gradiente respecto al nivel educativo, pero con todos los niveles mucho más bajos que en los varones: jubiladas con estudios primarios 18% y con estudios universitarios 11,5%.

Por sectores, donde más ha crecido la intensidad de las jubilación  es en la construcción, que antes de las crisis estaba en niveles muy bajos. A partir del año 2011 las intensidades de la jubilación en los cuatro sectores productivos clásicos (agricultura, industria, construcción y servicios) se mueven en una banda muy estrecha (3%-4,2%).

La edad en que se percibió la primera pensión de jubilación en el año 2006 (en el pico del ciclo), fue, de media, 60,82 años en los varones y 61,44 años en las mujeres. En el año 2012 (quinto año de la crisis), las edades habían subido 0,84 años en los hombres y 0,43 en las mujeres. Como se ve, un crecimiento muy escaso. De donde se deduce que los resultados conseguidos con la nueva legislación -que pretendía retrasar sensiblemente la edad de la jubilación- han sido muy magros.

¿Por qué ha ocurrido esto? Porque las jubilaciones “normales”, es decir, aquellas que se cobran cumpliendo todos los requisitos legales, han pasado de representar el 69,1% en 2006  a tan solo el 51,1% en 2012 (conjunto de ambos sexos), mientras que las jubilaciones que podemos llamar “incentivadas” han pasado de representar el 10,6% de todos los que accedieron a la primera pensión durante 2006 a representar el 22,1% en 2012. Como se ve, una cosa es “predicar” en el BOE y otra “dar trigo” en la realidad.

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